Para cambiar tus hábitos alimentarios, además de la motivación, es importante reconocer cuáles son tus debilidades y fortalezas para poder elaborar un plan y lograr la modificación de conducta para adelgazar y mantenerte en un peso saludable. Aquí te explicamos los pasos a seguir.
Objetivos y Motivación
Bajar de peso por estética o salud? La mayor parte de la gente quiere bajar de peso por estética: para estar en forma para el verano, para lucir bien en una fiesta, o para recuperar ropa del armario. Seguir una dieta equilibrada y aumentar la actividad física también mejora tu salud. Busca el objetivo que más te motive.
Una técnica de modificación de conducta para adelgazar, es ponerte metas realizables y con un plazo de tiempo concreto. Puedes proponerte bajar una talla en un mes, por ejemplo.
Otra técnica es compartir tus logros. Coméntalo con tus familiares y amigos, ellos también te alentarán a seguir adelante, te dirán que se nota el cambio y que te ven mejor, lo que te mantendrá motivad@.
Conoce tus debilidades
Identifica los puntos débiles que te alejan de la meta ¿picoteas entre horas? ¿comes siempre fuera? ¿después de cenar tomas snacks o dulces? ¿comes mucho pan? O por ejemplo, eres fumador/a y no sabes cómo dejar de fumar sin engordar porque comes por ansiedad o ante situaciones de estrés ¿sientes “hambre emocional”?
Esta técnica de modificación de conducta para adelgazar es muy eficaz: anota durante un mes todo lo que comes y bebes. Apunta si tenías hambre o no, si estabas pasando por un mal momento (tristeza, frustración, ansiedad…), así podrás identificar tus detonantes y estar preparad@ para hacerles frente.
Procura modificar tus hábitos sin ser muy drástic@ para poder mantenerlos. Adapta tus alimentos preferidos a preparaciones más saludables. Si te gusta la pasta, prepárala “al dente” para que engorda menos, reduce la ración y acompáñala de tomate triturado con aceite de oliva virgen y especias.
Modificación de conducta para adelgazar
Estos pequeños cambios diarios te ayudarán a alcanzar tus objetivos:
- Haz 5 comidas diarias, no te saltes ninguna y respeta los horarios. Debes comer cada 4 horas para mantener a raya el apetito.
- Ve a la compra después de haber comido. Si vas con hambre comprarás lo que no debes. Lleva una lista y no compres nada que no aparezca en ella.
- Evita el pan de molde y pásate al integral. Mejor arroz y pasta integrales, pues tienen más fibra y sacian más.
- Evita tener en casa alimentos no saludables (snacks, galletas, bollería, dulces, etc.) para evitar que caigas en la tentación.
- Come sentado a la mesa y en ambiente relajado. Si comes deprisa comerás de más, porque no darás tiempo a que el cerebro envíe la señal de saciedad.
- No comas delante de la tele o del ordenador. Disfruta tu comida, saborea y pon presencia en lo que haces.
- Cocina los mismos platos para todos, para facilitar la logística. En tu caso reduce un poco la ración o utiliza un plato más pequeño.
- Ten preparada una bandeja anti-hambre para cuando te den deseos de atacar la nevera. Prepárala con una fruta, una loncha de jamón y un fruto seco.
- Cuando te ataque el hambre de la tarde-noche, sal a caminar o llama a algún amigo por teléfono.
- Si comes en el trabajo, lleva opciones saludables de tupper.
- Si comes fuera elige restaurantes que ofrezcan platos saludables, como ensaladas, menestras, parrilladas de verduras, carnes o pescados a la plancha, etc.
- Si tienes una fiesta aumenta la actividad física ese día, toma un tentempié antes de ir así no tendrás tanta hambre y podrás elegir los aperitivos más saludables. Evita los fritos y las salsas y modera el alcohol. Come la mitad de lo que te sirvan en la cena y si hay postre puedes compartirlo con tu acompañante.
- Date un capricho con moderación de vez en cuando y disfrútalo sin remordimientos.
Frases de motivación y refuerzo positivo
Otra técnica de modificación de conducta para adelgazar es repetir alguna de estas frases tres veces al día:
- “Yo quiero, yo puedo, y voy a lograrlo”.
- “He superado la semana X, me merezco un premio” (que no sea comida).
- “He bajado dos tallas, voy a comprarme ropa nueva”.
- “Mi esfuerzo valió la pena, ya he bajado X kg y me siento mejor. Ahora a perder otro kilo”.
- “Ya puedo ponerme esa ropa que tanto me gusta y que estaba esperando en el armario”.
- “Cuidarme es la mejor decisión que he tomado”.
- “Los contratiempos pasajeros no me derrotarán”.
- “¡Qué gran sensación mirar hacia atrás y ver todo lo que he logrado!”.
- “No pienso rendirme. Conseguiré mi objetivo”.
- “He recaído pero seguiré con la dieta en la próxima comida”.
- “Lo peor ya quedó atrás, ahora ya tengo buenos hábitos que mejorarán mi salud para toda la vida”.
- “He superado situaciones difíciles en la vida, ¿cómo no voy a poder con una dieta?”
Con todos estos consejos estamos seguros que lograr tu reto será más sencillo,
A por ello!!!!
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