Cáncer y Dieta deben ir de la mano para activar el sistema inmune y hacer frente a las complicaciones asociadas del cáncer como la pérdida del apetito, el cambio del gusto, alteraciones gastrointestinales, dolor, altibajos de ánimo, etc.
Toda persona tiene células cancerígenas en el cuerpo. Estas células no se ven en los chequeos regulares hasta que se han multiplicado a unos pocos billones. Las células de cáncer aparecen de 6-10 veces en la vida de las personas. Cuando el sistema inmunológico de una persona es fuerte, las células cancerígenas serán destruidas y se prevendrá la multiplicación y formación de tumores.
Sin embargo cuando una persona desarrolla cáncer, aumenta el riesgo de deficiencia nutricional, agravada por diferentes motivos genéticos, medioambientales, o por su modo de vida.
Una de cada 8 mujeres tendrá cáncer de pecho a lo largo de su vida. Según el AICR, Instituto Americano de Investigación sobre el Cáncer, el 33% de estos casos podrían prevenirse con una buena alimentación y lactancia materna.
Hay consenso sobre que el 70 % de los casos se podría prevenir con una alimentación con abundancia de frutas y vegetales de temporada, ejercicio físico, buena gestión del estrés y evitando hábitos tóxicos como el exceso de sal, alcohol o tabaco.
Dieta y Cáncer. Terapia Nutricional
El cambio de dieta es importantísimo para restablecer las defensas y hacer frente a las terapias (quimio, radio o cirugía) que generan una gran toxicidad en un organismo ya debilitado.
Se ha demostrado que las células cancerígenas proliferan en un ambiente ácido y anaeróbico, entonces la terapia nutricional se basa en:
(1) evitar aquellos alimentos que generan acidez (vinagre, exceso de limón, fruta muy ácida o muy madura, café, té, refrescos…).
(2) rectificar el pH en casos agudos, tomando 1 cucharada de bicarbonato en agua dos veces a la semana. A modo preventivo llegaría con tomar en el desayuno, todos los días, un vaso de agua con unas gotitas de limón (aunque es un ácido orgánico débil, diluido genera un tampón citrato que alcaliniza el pH interno).
(3) estimular la oxigenación celular haciendo ejercicio diario al aire libre y respiraciones profundas. Son de gran ayuda, pues las células de cáncer no pueden vivir en un ambiente oxigenado.
Cáncer y dieta recomendada
Es importante comer despacio y masticar cada bocado, al menos 6 veces para extraer todo el potencial nutricional de la comida.
Debes basar tu dieta para el cáncer en el consumo de pescado, pollo, leche de soja, frutos secos y verduras abundantes, preparadas al vapor o en crudo para mantener sus enzimas, vitaminas y minerales.
Haz 5 o 6 comidas cada día, siguiendo la regla del plato en tus comidas y cenas.
El uso de zumo de Aloe Vera protegerá las mucosas y aporta minerales como calcio, sodio, hierro, potasio, magnesio, cromo, zinc, manganeso y cobre y además, Vitamina A, B y C y ácido fólico, además de trazas de vitamina B12. Esto lo convierte en un verdadero cócktail antioxidante.
El cáncer tiene un fuerte componente inflamatorio que a menudo, se acompaña de resistencia a la insulina. Por eso la suplementación con omega-3 es beneficiosa para los pacientes con cáncer por la disminución de la inflamación, la mejora de la resistencia a la insulina y revierte la caquexia. También modula la carcinogénesis por lo que se puede considerar preventivo de la formación de tumores y de metástasis[1].
El omega-3 es un super-suplemento, que a la dosis necesaria en estos casos, frena la proliferación celular, estimula el metabolismo y el sistema inmunológico. Además también tiene cierto efecto equilibrador del estado de ánimo.
El cáncer es también una enfermedad de la mente, el cuerpo y el espíritu. Una actitud más activa y positiva ayudará a combatir la enfermedad. La rabia, la incomprensión, el no perdonar pone al cuerpo en una situación de estrés y en un medio ambiente ácido, que como hemos visto favorece la cronificación de la enfermedad. Un espíritu amable, agradecido y amoroso con una actitud positiva es muy beneficioso, así como intentar relajarse y disfrutar de la vida.
Tratamiento nutricional. Alimentos a evitar
En tu plan de cáncer y dieta debes evitar los alimentos que activan la inflamación. El máximo exponente es el azúcar oculto de los alimentos. En la siguiente infografía puedes ver la cantidad de azúcar de alimentos muy consumidos.
Reduce al máximo el azúcar, bollería, refrescos, cereales de desayuno muy dulces, fruta muy madura que desestabilizan los niveles de insulina. Siempre mejor cereales integrales y cocer “al dente” la pasta o el arroz.
No abuses tampoco de carnes rojas, cereales refinados o aceites refinados, pues activan la producción de omega-6, que aceleran los procesos inflamatorios.
Además el exceso de derivados cárnicos como salchichas, hamburguesas, fiambres, carne picada, favorece nuevos procesos cancerígenos por lo que como ves, cáncer y dieta están muy relacionados. La IARC clasificó a la carne roja -carne de vaca, cordero, buey, cabra, caballo y cerdo- como un carcinógeno «probable» en su lista del grupo 2A.
Tratamiento dietético complicaciones cáncer
Si tras el tratamiento con quimioterapia o radioterapia, o incluso tras una cirugía apareciesen otros síntomas como, anorexia, deshidratación, desgaste progresivo, pérdida de masa muscular, debilidad, bajada de defensas, síndrome de boca seca (xerostomía), la disminución del sentido del gusto (hipogeusia) o la perversión de los sabores (disgeusia), disfagia, odinofagia, malabsorción, fístulas, obstrucción intestinal, úlceras digestivas, hemorragia digestiva, alteraciones olfativas, disgeusia, xerostomía, pérdida de piezas dentarias, mucositis, diarrea, estreñimiento, fístulas, estenosis, obstrucción, malabsorción, náuseas, vómitos, estomatitis …. ponte en contacto con nuestros Nutricionistas Online para que adapten tu dieta:
- Modificar la textura y consistencia de los alimentos si es necesario.
- Enriquecer tus platos con aceite de oliva, huevo picado, nata, mahonesa, etc.
- Tener en cuenta tus preferencias y aversiones alimentarias.
- Tomar los alimentos templados o a temperatura ambiente.
- Evitar alimentos flatulentos, muy condimentados, con olores intensos o las carnes rojas.
- Comer en un ambiente tranquilo y relajado.
- Suele ser útil el uso de suplementos nutricionales energético-proteicos.
- Fraccionar las comidas en 6-8 tomas/día.
El cáncer es una batalla que se puede ganar, una dieta adaptada es fundamental en estos casos, ponte en nuestras manos!!.
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BIBLIOGRAFÍA:
[1] Gerber M. Omega-3 fatty acids and cancers: a systematic update review of epidemiological Studies. British Journal of Nutrition. 2012; 107: S228-S239.
[2] World Cancer Research Fund International (WCRFI)
[3] OMS. Consumo de alcohol en la Unión Europea.
Hola Elisa, es un tema de frecuencia de consumo. Dentro de una dieta variada, se puede consumir productos derivados de la soja. Salvo en casos de hiperstrogenismo o si se toma levotiroixina para el hipotiroidismo, porque interfiere con la absorción del fármaco. Un saludo
Muchas gracias, Amil
Un cordial saludo
Muchas gracias por este blog
Me ha sorprendido que recomendéis la leche de soja. Por lo que he leído, la soja no es recomendable en cánceres de origen estrogénico
¿Me podéis aclarar, por favor?