El término “grasa” hace referencia a varias clases de lípidos, pero suele asociarse a esa masa untuosa responsable de los kilos que nos sobran y por eso goza de muy mala fama. Sin embargo, el principal ácido graso del aceite de oliva es el oleico, un ácido graso monoinsaturado que aporta grandes beneficios:
Beneficios del aceite de oliva
1-Disminuye el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
2-Ayuda a controlar otros trastornos como la diabetes o la obesidad.
3-Ayuda a las lipoproteínas a ser más resistentes a la oxidación, previniendo la formación de placas de arteriosclerosis.
4-Contribuye a disminuir el colesterol LDL (“colesterol malo”).
Tipos de aceite de oliva
El aceite de oliva se puede clasificar en función de su calidad:
1- Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
Se trata del aceite de oliva de mayor calidad. Es el zumo 100% extraído de la aceituna con procedimientos mecánicos y en frío. No puede ir mezclado con ningún otro aceite. Ha de cumplir ciertos parámetro químicos y no ha de tener atributos negativos organolépticos.
2-Aceite de Oliva Virgen (AOV)
También es el zumo obtenido al 100% de la aceituna, pero es un aceite más manipulado y con un valor nutritivo menor. Ha de cumplir criterios químicos menos restrictivos que el AOVE y también puede tener cierto nivel de atributos negativos organolépticos.
3-Aceite de Oliva (AO)
Se trata de un aceite que proviene de una mezcla de aceite de oliva procedente de refinería y un 10-20% de AOV. El aceite de oliva refinado es aquel proveniente 100% del zumo de la aceituna que no ha alcanzado la categoría AOV ni AOVE. Se refina para eliminar los atributos organolépticos no deseados.
Normas para freír con aceite de oliva
- 1-No mezcles diferentes tipos de aceite para un mismo frito.
- 2-No permitas que el aceite humee, eso quiere decir que se está quemando.
- 3-Introduce los alimentos en el aceite cuando éste tenga la temperatura adecuada.
- 4-No reutilices el aceite.
- 5-No llenes la sartén en exceso.
- 6-Los alimentos fritos correctamente no dejan prácticamente aceite.
Los antioxidantes del aceite de oliva
La oliva es un fruto que, como tal, está expuesto al aire y que, por tanto, debe desarrollar ciertos mecanismos que le ayuden a defenderse del oxígeno, es por ello que sintetiza gran cantidad de antioxidantes que pasan a través del aceite.
La cantidad de fenoles del aceite de oliva está directamente relacionado con su poder antioxidante, que variará en función de las condiciones atmosféricas en las que se encuentre el olivo, del momento en el que se cosechen las aceitunas, del grado de madurez en la recolecta y, porteriormente, de los métodos de producción del aceite y de su almacenamiento.
El AOVE y también el AOV, son ricos en contenido fenólico y, en consecuencia, son aceites con gran capacidad antioxidante, te protegen de los radicales libres ayudando a combatir enfermedades como el cáncer y previene enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
El aceite de oliva también te aporta gran cantidad de vitaminas
Tanto el AOVE como el AOV son ricos en vitaminas liposolubles A, D, E y K. Recordemos que la deficiencia en vitamina A es la principal causa de ceguera en los niños de países en vías de desarrollo. Entre las múltiples funciones de la vitamina D podemos destacar que coopera en la absorción de calcio en los huesos. La vitamina E, además de actuar en tu cuerpo como antioxidante, mejora el daño hepático, y la vitamina K ayuda al cuerpo a formar huesos y tejidos musculares. El aceite de oliva también favorece la absorción de minerales como el calcio, el magnesio, el fósforo y el zinc.
El aceite de oliva en la alimentación infantil
El consumo en niños y niñas de aceite de oliva, se asocia a una menor ganancia de peso durante la etapa infantil y a un tejido adiposo más favorable en la etapa adulta. Por tanto, no dudes en utilizar aceite de oliva en las preparaciones culinarias destinadas a los más pequeños de la familia. El nutricionista Antonio Serrano Guirado, miembro de Saluspot y tecnólogo de alimentos, recomienda un consumo de 20 a 30 gramos de aceite de oliva diarios (2 o 3 cucharadas soperas) repartidas a lo largo del día. Además, señala que durante la gestación, “una madre que consume aceite de oliva favorece el buen desarrollo fetal”.
Utiliza aceite de oliva
Rociado en pan, en ensaladas, rehogados o guisos, el aceite de oliva es muy estable, mantiene sus propiedades a temperaturas moderadamente altas. En fritos, el aceite de oliva virgen forma una fina capa alrededor del producto que impide que absorva más aceite del necesario y permite retener todos los jugos. Pruébalo sobre quesos frescos o en salsa de yogur, ideal para aderezar cualquier plato. Y, para terminar, úsalo también sobre tu piel, gracias a su estupendo poder antioxidante es una magnífica opción para mantener la elasticidad de tu piel.
Este artículo es fruto de la colaboración de nuestra alumna en prácticas Eva Riobó.
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